jueves, 18 de septiembre de 2008

Teatro en el ómnibus


En enero de este año, cumplieron 17 temporadas sobre un ómnibus de Cutcsa... casi que se ha convertido en un clásico montevideano.... cualquier desprevenido deberá indefectiblemente pasar por la librería La Lupa, de Bacacay 1318, entre Buenos Aires y la Peatonal Sarandí (en la Ciudad Vieja) para hacerse de sus entradas.


Previamente, deberán llamar al 915.86.18 o al 094.48.78.18 para hacer las reservas. La función se presenta, al menos en verano, los sábados a las 21 y los domingos a las 20. El ómnibus sale de la puerta del Teatro Solís


La obra de teatro, enmarcada en la belleza de la costanera montevideana por la noche, con pasajeros-actores que van subiendo en distintas paradas y que recrean muchísimas situaciones, hacen de Barro Negro una puesta muy original y que merece ser vista.


Durante el recorrido hay varias sorpresas... sin embargo, no es la idea adelantar todo... simplemente recomendarla... además, de temporada en temporada, a veces cambian los actores y las historias se van renovando... por lo pronto, ya vieron la obra más de 94000 espectadores... si van para Montevideo, no se la pierdan...


martes, 16 de septiembre de 2008

Brújula Digital


No me cansaré de decirlo, quizás sea la primera de las miles de veces que repita esta idea a lo largo de los distintos post: pocos lugares son tan disfrutables y tan bellos como Montevideo en carnaval.

De él ya hablaremos, simplemente adelantando que desde los últimos días de enero hasta los primeros días de marzo (carnaval de 40 días y 40 noches, el más largo del mundo) Montevideo se prepara de una manera especial, hay algo en la ciudad que hace que se viva distinto.

Hace un par de años (cuando empezaron mis visitas estivales a la otra orilla) pude descubrir un lugar único... una disquería especializada en Carnaval... A mí me fascina la murga "al estilo uruguayo", como les gusta decir a muchos para diferenciarla de la "murga porteña" (entendiendo, entre otras muchísimas cosas, que la primera es un espectáculo de escenario y la otra de desfile), con lo cual, para armar mi pequeña pero muy celada y cuidada discoteca murguera (hay más de 30 cd's) que ahora además incluyen algunos DVD's realmente imperdibles, la visita a Brújula Digital era casi una parada obligada, casi tan obligada como ir a escuchar a los tablados a la mayor cantidad de murgas posibles.

Allí está como siempre la cordialidad de Juan Carlos, que a principios de 2002 inauguró este sello discográfico y en 2004 montó la disquería. Lo bueno es que siempre edita música de la cultura popular uruguaya, tal como afirma en la página web "es algo que nos gusta y en lo que creemos".

Hace tiempo que producen los CD's con las actuaciones completas de la murga Diablos Verdes, La Margarita, algunos de Momolandia y la Reina de la Teja.

La atención de Juan Carlos es esmeradísima.. cuando llego siempre recuerda a sus "clientes de Carnaval" (yo paso por el negocio todos los febreros), siempre hay tiempo para la charla respecto de cómo van las murgas, la competencia, cuál se perfila para llevarse el trofeo de Momo en el Teatro de Verano... en fin, para enterarse un poco más (para los que lamentablemente no podemos instalarnos todo el Carnaval en Montevideo) de cómo es el estado de situación respecto de la fiesta carnestolenda.

Además, Juan Carlos vivió un par de años en Buenos Aires, con lo cual siempre hay posibilidad de intercambiar distintos puntos de vista sobre la vida, las costumbres o la realidad en ambas orillas del Plata.

Desde 2003, también organizan giras de La Margarita o los Diablos Verdes por distintos lugares de Uruguay... y también vienen por Argentina (muchas veces a Avellaneda).

También merece un párrafo Lilián, la esposa de Juan Carlos, quien también es activa protagonista de este emprendimiento familiar. En este caso, con Lilián podemos hablar mucho de radio ya que es locutora.

Además de ir a buscar lo que está sonando en el año... es importantísimo el archivo que tiene Juan Carlos de conjuntos históricos... así pude enriquecer notablemente mi discoteca murguera con una copia de la actuación de la Reina de la Teja de 1981 (un gran conjunto, ese año fue cuando cantaron "A nuestro Montevideo", una de las canciones que perdura en la memoria de los carnavales, en donde la murga saluda a todos los barrios de la capital uruguaya, ya hablaremos de la canción).

En otro viaje, pude llevarme a "Murga...La", una de las grandes creaciones de la Falta (a esta altura, casi que ni es necesario aclarar que estoy hablando de la murga Falta y Resto) y las actuaciones de principios de los 70 de una murga que inventó otra manera de hacer murga, un conjunto innovador y demoledor con las letras... podríamos decir que uno de los grupos iniciadores de la "murga mensaje"... esa murga que, hacía reír, pero te dejaba pensando..y mucho... Me estoy refiriendo a La Soberana de José "Pepe Veneno" Alaníz...

Los que tuvieron el privilegio de verla cuentan que La Soberana innovó en coreografía, en puesta en escena, además de privilegiar siempre el compromiso, a través del canto, con el pueblo que la escuchaba y la seguía.

De estas actuaciones recordamos el "cuplé del varón y la mujer" (en donde se retrataban los cambios de conducta de las mujeres a fines de los 60 y principios de los 70) y la retirada "al hombre de la clase obrera, al joven febril estudiante... cantemos de un modo vibrante, porque siempre unidos.. por la vida vannnnn" (con esa "n" final nasal y bien estirada que tanto ayuda al efecto de la murga).
Todavía quedan varios motivos para volver a Brújula: Murgamérica de Araca la Cana, y tratar de traer algunos compilados de carnavales del 50 y del 60... además de llevarme lo último o lo del momento.. y el motivo más importante... siempre es lindo reencontrarse con Juan Carlos y escucharlo hablar sobre la murga y el carnaval...

Cuando llegué a la disquería por primera vez, ésta funcionaba en la Galería Montecarlo, en 18 de Julio 1870 (pasando la Plaza de los 33 Orientales)... sin embargo, hace un par de días, Juan Carlos anunció por correo electrónico que se muda... así que ahora, si van para Montevideo y quieren ir a la Brújula, a la Galería del Libertador, en Convención 1378 local 82 - Tel. 9080389.

Esta galería tiene entrada por 18 de Julio, Rio Branco y Colonia... Bueno, no parece casualidad que se hayan mudado a la calle Convención... a un par de cuadras de ahí, está el cruce con la calle Durazno.. esquina que le da el nombre a "Durazno y Convención", una preciosa canción de Jaime Roos.

Por lo que veo, este nuevo local no está muy lejos del Palacio Santos, sede de la Cancillería Uruguaya (que también tiene un edificio nuevo entrando por la calle Colonia, la primera paralela a 18 de Julio).

Pero no solamente pueden encontrar a Juan Carlos, Lilián y su música en la disquería.. desde hace unos años tienen un puesto de venta en el tablado que funciona en el Velódromo Municipal (enclavado en el Parque Batlle) y también en el Teatro de Verano Ramón Collazo, en donde se desarrolla la competencia oficial del carnaval (en el marco del hermoso Parque Rodó).

Pues bien, si quieren encontrar buena atención, información y datos sobre el carnaval y sobre todo, llevarse buena música, no dejen de pasar por Brújula Digital.

Espero poder conocer pronto el nuevo local de Convención y darle, como siempre, un gran saludo a Juan Carlos.
Ahh!! la foto del post es del puesto que, en algún carnaval, instalaron en el Velódromo.

lunes, 15 de septiembre de 2008

Mario Benedetti


Ochenta y ocho años cumplió ayer, 14 de septiembre, el escritor Mario Benedetti. Actualmente, vive entre Madrid y Montevideo y se repone de algunos problemas de salud que sufrió hace un par de meses, lo que lo llevaron a estar internado por varios días.


En este post, compartiremos uno de los tantos poemas que este gran referente de las letras uruguayas le escribió a Montevideo.




PORQUE SI

Ese lunes que creaste desde el agua
en arterias se extendió como cemento
donde vagan y se funden las doctrinas
de tu músculo de historia y de silencios.
En la alquimia de la arena y la gramilla
y en el vértigo sutil de tus repechos
se forjaron al trabajo, por tu gloria
apellidos, los sin nombre, todo un pueblo.
Juan Vereda te cantó o te hizo tela
inspirado con un vino de febrero
y dejó que se cubrieran con tu manto
destilado en augurios de tu tiempo.
Hoy me invitas a tu seno libertario
masticando esa luz que llevas dentro
con el gol de la nostalgia enardecida
y el milagro de tu raza y de tu anhelo.
Es tu aroma con antiguo el que respiro
mientras leo en tu pared graffittis nuevos
y me nutro de tu ser, tu geografía
cuando bebo de tu escudo en mis cuadernos.
Eres plazas, eres olas, eres niños
eres notas, Facultades, mil Museos,
dame un diario para hacerte un reportaje
donde grites los acordes de tu acento.
Hoy que vengo por tomarte de la mano
porque juntos nos veamos de valseo
en abrazo interminable por la vida
hoy te canto, porque sí, Montevideo.


domingo, 14 de septiembre de 2008

90 años de "El País"


La portada de la primera edición de El País


Como periodista, no puedo dejar de mencionar que un día como hoy, pero hace 90 años Leonel Aguirre, Washington Beltrán y Eduardo Rodríguez Larreta fundaban en Montevideo el diario El País.


En su editorial de hoy, el diario destacó que "un buen día del año 1918, sobrada razón tenemos para calificarlo así, de la rotativa Marinoni adquirida con no poco sacrificio, salía nuestra edición inicial y los 'canillitas' (como se denomina localmente a los vendedores de diarios) voceaban por primera vez el nombre El País. Hoy (...) celebramos jubilosos el nonágesimo aniversario de aquel alumbramiento periodístico, pletórico de idealismo".
Señaló que el diario asistió "a tres golpes de Estado y a dos dictaduras. Ellas se derrumbaron al igual que las tiranías foráneas que parecían más fuertes e invulnerables y El País siguió su marcha".


La edición digital del diario incluye una presentación multimedia en donde se pueden observar distintos momentos de la historia del Uruguay a través de los ojos del diario.


Más allá de discrepancias, diferencias, o las distintos aspectos que siempre se le pueden marcar a cualquier medio de comunicación, el hecho de que una voz se siga expresando, es siempre, para el periodismo (y para la sociedad toda) una buena noticia.

El Club de Grabado de Montevideo


Jardinero- Hilda Ferreira (1970)

En el post anterior les contaba de cómo habíamos encontrado a Nelson.. a partir de alli fue descubrir un centro de cultura que, como decía antes, lamentablemente cerró cerca del 2000.


En el almanaque que conseguí, editado por el Club de Grabado de Montevideo de 1978 (cuando se cumplían los 25 años de esta institución), se recopilan ciertos datos de una entidad que fue evidentemente un centro cultural importantísimo y que me parece importante poder destacar, para seguir evocando y buscando en la memoria de la ciudad.


Para detalles generales, este almanaque de 1978 fue impreso en el Taller Gráfico de Club del Grabado, en papel offset de 140 gramos, y la carátula elegida para el almanaque es la presentada por el artista plástico Armando Quintero. Ahh y se vendía a N$ 12 (doce nuevos pesos uruguayos).


El Club de Grabado fue fundado en 1953 por un pequeño grupo de artistas inspirados en el Club de Grabado de Porto Alegre (Brasil). El primer local fue un galón situado en la terraza de un edificio de la calle Río Branco (casi 18 de Julio), que era el taller del pintor Blanes Viale.


Al principio, el Club tuvo 50 socios y comenzaron a editar "Pescador", que tuvo un tiraje de 100 ejemplares (era un grabado en linóleo). Al tiempo que comienzan a realizar exposiciones en Montevideo, hacen su primera muestra en el Club de Grabado de Porto Alegre, en 1955 y tiempo después, hacen exposiciones callejeras que recorren Montevideo y demás departamentos del Uruguay, visitando centros culturales, clubes y escuelas.


Ya para 1959, el Club organiza una muestra didáctica en el el Centro de Exposiciones Subte, y se realiza la primera Feria Nacional de Libros y Grabados. Para 1962, la entidad se traslada hacia un departamento en la calle San Lorenzo (en el barrio de Pocitos Nuevo), ya que el viejo edificio de Rio Branco va a ser demolido. Dos años más tarde, se vuelven a mudar a un local mucho más grande, en la calle 25 de Mayo, ya que el número de socios creció a 1500.


Y en 1965 se crea la Escuela de Grabado, donde se imparten cursos prácticos de dibujo, xilografía, metal en relieve, linóleo, y cursos teóricos de historai del arte, del grabado, de las artes gráficas. También la entidad obtiene la personería jurídica. La edición de los almanaques comienza en 1966, cuando se realiza el primer Salón del Club de Grabado en el Subte Municipal.


Tres artistas del Club de Grabado disfrutan de becas para poder viajar a Alemania para perfeccionar el grabado y artes gráficas, en virtud de un convenio establecido con una asociación de artistas plásticos germana a fines de la década del 60.


En el 70, el Club compra su sede de la calle Paysandú entre Cuareim y Yí: la entidad contaba con 3500 socios.


Esta es parte de la historia que pude reconstruir a partir de los datos volcados en el almanaque... insisto, es una verdadera pena que una asociación cultural, que fue formadora de artistas plásticos, difusora de cultura y de identidad y que llegó a tener 3500 adherentes, haya desaparecido.

Nelson y el Club de Grabado


Estábamos caminando ayer por la feria de artesanos de Plaza Dorrego (San Telmo, Buenos Aires) cuando en la recorrida, entre libros viejos, collares, mates, remeras y varios objetos más, encuentramos un puesto en donde se vendían pinturas.


El viento ayudaba poco, ya que constantemente las hojas pintadas se volaban y obligaban al vendedor a sujetarlas con broches. Pero mirando bien, estas pinturas eran grabados en realidad... y lo que las sostenían eran los tacos (o clisés) que se usan para la impresión de las reproducciones.


Había un par de fotos colgadas de artistas haciendo grabados y pude distinguir el sol y las bandas de la bandera uruguaya. Varias de las obras de arte en venta pertenecían a almanaques y catálogos del Club de Grabado de Montevideo y reproducciones de muchos de sus integrantes.


El vendedor, Nelson, estudió en el Club de Grabado y nos contó que a fines del 2000, lamentablemente, esta institución tuvo que cerrar sus puertas.

Su acento denotaba a un montevideano muy "actual", digamos, alguien que había cruzado el charcho hacía poco tiempo... efectivamente, Nelson vive en Montevideo (y de vez en cuando trae su arte al barrio de San Telmo, en Buenos Aires), y se lo puede encontrar en la feria artesanal de la Peatonal Sarandí.


Compramos un almanaque de 1978, año del 25 aniversario de este club (de los calendarios institucionales, para colgar en la pared) con grabados de Yamandú Canosa, Marta Restuccia, Oscar Ferrando, Mabel Pérez, Alejandro Volpe, entre otros artistas plásticos.


Cada uno de estos trabajos, va ilustrando un mes del año, que tiene además textos del libro "Historial de las violetas" de la poetisa uruguaya (nacida en Salto) Marosa di Giorgio, editado en 1965.


Es un material original interesante para ser guardado, ya que marca toda una época (plena dictadura uruguaya) y, por lo que nos contaba Nelson, muchos de los grandes maestros que dictaban clases en el Club tuvieron que exiliarse y varios inclusive desaparecieron.


Otra "joyita" que conseguí es el "Vueltandar. Poesía del exilio", el almanaque que editó el Club en 1985. Hay que imaginarse también una época clave en el Uruguay, ya que en 1984 se terminó la dictadura que había empezado en 1973.


En este caso, hay textos y dibujos de Mario Benedetti y de Eduardo Galeano, dos de las grandes figuras del pesamiento y la literatura uruguaya, en donde obviamente, hay una profunda reflexión, con la agudeza de pensamiento, la búsqueda y el elogio de la estética, respecto de lo que implica el exilio. Algo realmente imperdible.


Nelson, muy gentilmente,nos ofreció prestarnos para fotocopiar un libro sobre la historia de los artistas plásticos uruguayos.... por falta de tiempo no pudimos aceptar su generosa propuesta, que habla a las claras de otra manera de entender la vida.... ¿a alguien se le hubiera ocurrido prestar un libro casi incunable para fotocopiar a gente que ni siquiera se conoce? Es increíble, ya lo contaremos, pero cosas como éstas son muy habituales del otro lado del río... La gente, en principio, tiende a creer (tal como hacía Rousseau) en que el hombre es bueno por naturaleza...


Por último, conseguimos una reproducción de una xilografía de Gloria Carrerou (octubre de 1964), titulada "Callecita", obviamente, un homenaje al bello paisaje montevideano de los barrios Sur y Palermo... "rivales y hermanos" como canta una linda canción de Jaime Roos. Ahh, la reproducción es la número 1310 de 1500... Como se sabe, las obras más valoradas (en el caso de la xilografía o del grabado, de las técnicas que pueden "repetirse") son las primeras copias de prueba o copias de autor... Sin embargo, cuenta esta reproducción con la firma de la autora y la aclaración del año de ejecución.


Pues bien, hicimos un bonito paseo por el San Telmo porteño y nos topamos también con el corazón montevideano... Como canta la murga Falta y Resto... siempre nos encontramos en "Buenos Aires, esquina Montevideo".

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Más de ómnibus...










Es curioso quizás, pero muchos montevideanos para indicar un recorrido en colectivo o para indicar una línea específicamente, además agregan el nombre de la empresa... "para ir a la plaza Independencia, tomá el 100, un ómnibus de Cutcsa".

En la capital uruguaya son cuatro las líneas que cumplen los recorridos urbanos, y son Cutcsa; Raincoop; Ucot yCoetc .

La mayoría de estas empresas son cooperativas (al menos en su denominación, no sé si efectivamente lo son en los hechos). No es muy difícil identificarlas.. normalmente los ómnibus Cutcsa son de color grisáceo, y el letrero indicador del recorrido tiene tipografía negra sobre fondo blanco (muchas veces, sobre todo al atardecer es difícil distinguirlos bien)... Los de Raincoop son de varios colores, parecen bastante más modernos que los anteriores, muchos de Ucot son amarillos y azules y los de Coetc también son algo grisáceos, pero de diferente carrocería de los Cutcsa.


Sin embargo, a diferencia de lo que sucede en Buenos Aires, los choferes no tienen su "santuario" en la parte delantera del colectivo... eso que en Buenos Aires hace que el colectivo guarde un poco más la mitología de la ciudad: fileteados, espejos tallados con nombres de hijos, esposas y padres, obviamente, banderines o cintas colgando del espejo retrovisor con los colores favoritos del cuadro de fútbol, o con la escudería preferida en el Turismo de Carretera... es que en Buenos Aires, normalmente, el mismo chofer siempre, o casi siempre, maneja el mismo interno... no sé qué sucederá en Montevideo.


Mientras en Buenos Aires, la gente forma colas gigantes al lado de las paradas, se pelea y grita si alguien "se cuela", en Montevideo la cosa viene mucho más relajada... la fila es una multitud de personas apiñadas... y cuando viene el ómnibus, suben primero las damas (gran gesto del civismo montevideano) y después el que está detrás... si alguien sube antes, no se arma un gran debate sobre los derechos en la cola (los argentinos tenemos devoción con las filas largas, con colarnos y con gritar si alguien se nos cuela).


Las paradas están mucho más juntas que aquí (algunas de la avenida 18 de Julio, cuentan hasta ocho o diez líneas que paran en el mismo lugar), muchas cuentan con banquitos para sentarse.. en los barrios más pitucos, como Pocitos, las paradas tienen unos vidrios que atajan el viento que viene del río... y algunas del Parque Batlle, cerca del Velódromo, están construidas con madera.


Mi experiencia me indica que el chofer montevideano tiene bastante más paciencia que el porteño, no sólo con los turistas sino con los lugareños, se detiene, explica, y sobre todo, si uno le pide por favor "avíseme cuando estemos cerca del Teatro de Verano", el chofer (en este caso, del 117, si venimos de 18 de Julio), nos avisará irremediablemente y sin olvidarse que nos tenemos que bajar delante de la facultad de Ingeniería de la Universidad de la República.


Tampoco se oye el clásico "un pasito más arriba", o "arriba que nos vamos".. hay un poco más de paciencia (de respeto, diría yo) para los ancianos, que tardan un poquito más en subir al colectivo y pedir el boleto.


Respecto de las frecuencias... hay que tomarse su tiempo, como casi todo en Montevideo.. despacito que el ómnibus también tarda... un cuplé muy conocido de la murga Agarrate Catalina (campeona en el Teatro de Verano en 2005, 2006 y 2008) cantaba, sobre el tiempo, que esperar un ómnibus a las tres de la mañana... era "perder el tiempo"...


Sin embargo, es una buena opción para recorrer y llegar a lugares distantes, sin tener que recurrir al siempre caro taxi y poder meterse un poquito más en las costumbres de la ciudad.

El ómnibus


Afortunadamente, los amantes del azar y los coleccionistas de boletos de colectivo, en Montevideo tienen su lugar.

Algunos viejos porteños recuerdan haber juntado parvas de boletitos, esperando el famoso "capicúa" que les diera suerte.

Es que ese boletito de ómnibus (así se le dice en Montevideo al "bondi" o lo que en las provincias argentinas se conoce como "colectivo" o "cole", ya que el "micro" es un autotransporte de media o larga distancia)hace su aporte fundamental a la nostalgia montevideana, esa que lamentablemente Buenos Aires está perdiendo a manos del "progreso".

Nada de máquinas expendedoras... dentro del ómnibus está el guarda (el "chancho", como se dice en ambas orillas del Río de la Plata) quien es el que cobra (munido de la gigantesca máquina plateada que enrolla los boletitos)

El chancho va sentado en el primer asiento, que está, digamos, en forma paralela al coche (está en sentido horizontal y no vertical), normalmente subido a una especie de tarimita en donde, desde allí, vende los boletos.

Muchas veces, las empresas aclaran que hay coche con "conductor cobrador" y ahí es en donde la tarea es cumplida por el mismo chofer.

sábado, 6 de septiembre de 2008

La feria de Tristán Narvaja I



Libros, discos, tornillos, papas, boñatos (batatas), queso fresco, ropa, antigüedades, juguetes de plástico, mates, peces, plantas, flores...

El sol montevideano del domingo es capaz de acoger en un pedazo de la ciudad a todos estos elementos, que conviven armónicamente entre los gritos de los vendedores y el andar tranquilo, cansino de los paseantes...

Debo confensar que, cada vez que estoy en la otra orilla, no puedo dejar de pasar por esta feria. Quizás porque me gustan muchísimo este tipo de paseos, en Tristán Narvaja uno puede abstraerse aunque sea un ratito, de cualquier realidad cotidiana, para entrar en el laberinto de lo insondable. Esas mismas calles que al día siguiente, lunes, estarán pobladas por esos mismos caminantes, pero ya más apurados por llegar al trabajo, a la universidad o a realizar cualquier trámite.

En Tristán Narvaja, bajo el sol doominguero, el tiempo pasa distinto... la ciudad palpita de otro modo... La feria irrumpe la melancolía montevideana de ciertos barrios (esa que es tan hermosa y que, en cierto sentido, Buenos Aires ha perdido en manos del bendito "progreso") y se mete en el corazón de sus habitantes entre las 10 y las 15.

Aparentemente, el origen de este paseo se remonta a fines del siglo XIX, y desde esa misma época, el barrio Cordón acoge a Tristán Narvaja todos los domingos.
El Cordón, curiosamente es otro de los puntos que hermana a argentinos y uruguayos, ya que nace por una demarcación que realiza don Bartolomé Mitre (abuelo de quien fuera presidente de la Argentina), que era montevideano, a pedido de la corona española.
Esta demarcación, aparentemente se había hecho con cordones, de ahí el nombre del barrio (del que ya hablaremos en otra entrada).

El nombre de Tristán Narvaja, se produce ya que la feria cruza una de las calles, que tiene el nombre de este jurisconsulto argentino que se radica en Montevideo y que redactó un proyecto del Código Civil Uruguayo.

Don Roberto Bianco, pinta la feria a través de sus versos transformados en un tango...

De Tristán Narvaja tengo una vieja patente de Montevideo que hoy decora mi casa, aunque también pude conseguir varios libros agotados en las librerías de viejo que pululan por la zona y que se ubican cerca de las facultades de Psicología o de Derecho de la Universidad de la República. (una de las universidades públicas del Uruguay).

Conseguí varios textos sobre la historia de Montevideo, por ejemplo Historias del Montevideo Mágico, del investigador Néstor Ganduglia (algún proyecto parecido se hizo en Buenos Aires) u otros viejos textos en donde se rememora el ser montevideano (hay varios que cuentan las grandes crónicas policiales de la ciudad) o inclusive, la mismísima historia de la Feria de Tristán Narvaja.

También pude conseguir un lindo mate de calabaza (de boca ancha como a mí me gusta) con un buen pie de cuero. Ahh.. y para la gente que necesita picos para termos u otros implementos materos, podría decirles que "si no está en Tristán Narvaja, no existe".

Recomiendo, sobre todo si el paseo es en verano, hacer un breve receso al mediodía para refrescarse en alguno de los tantísimos bares de esquina, en donde nunca falla la pizza de muzzarella (si se pide "pizza" a secas, vendrá la masa empapada de salsa, como la "pizza de cancha porteña") y obviamente cortada en cuadrados. Si no, aglún buen sándwich con un vino rosado, puede ser otra opción.

Y, a lo mejor, se pueden escuchar los parches de alguna cuerda de tambores, o alguna murga, improvisada allí en el momento, cantando viejas retiradas de conjuntos que hicieron historia en el carnaval uruguayo.




Es un gran paseo para ir con un mate, unos bizcochos (que, en este caso, serían las porteñas "facturas"), calzado cómodo y muchas ganas de caminar, ya que en cada cuadra (la feria debe ser aproximadamente una cuadrícula de cinco cuadras por cuatro) hay hasta cuatro hileras de puestos... ir con paciencia, con ganas de ver y de buscar mucho, y de disfrutar uno de los grandes y económicos paseos que ofrece la bella Montevideo.

jueves, 4 de septiembre de 2008

"El Hacha"


Indiscutiblemente, los bares rioplatenses guardan dentro de sí los rasgos característicos de la identidad de los pueblos que están en las márgenes del río más ancho del mundo.


Hoy hablaremos de uno de los más antiguos que queda en Montevideo... el bar "El Hacha". Si uno va caminando por Buenos Aires y llega a la esquina con Maciel (pleno barrio Guruyú, una de las zonas más populares de Montevideo que nace, o que muere, en las aguas por la escollera Sarandí), se encuentra con una esquina sin ochava, con farolitos y veredas bien angostas... aquí, desde fines del siglo XVIII está enclavado este viejo boliche que es hoy el comercio más antiguo de la capital uruguaya.


Al ingresar, no es difícil quedarse a un costado, mirando una gran cantidad de pequeñas habitaciones decoradas con victrolas, cajas registradoras de hierro forjado, viejos cuadros de publicidades de bebidas que ya no existen, fotos que recuerdan gloriosas épicas de Nacional, Peñarol, y obviamente, la gran fotografía de la selección uruguaya de 1950, la protagonista del "Maracanazo".


En el corazón de la Ciudad Vieja, este bar sigue conservando cuadros que recuerdan el paso del trolebúsn y botellas antiguas y sifones de todo tipo, además de fotos del gran boxeador Dogomar Martínez, de quien se cuenta que le debe su nombre de pila a un error del funcionario del Registro Civil que lo inscribió.


Como es de suponerse, el boliche fue propiedad de un gallego. Cuenta la leyenda que el dueño del boliche, la medianoche del 15 de abril de 1794 , dejó a un joven navarro, que era dependiente del lugar, junto a dos "parroquianos". El tiempo pasaba hasta que sólo uno quedó con el empleado...


A los pocos días, se supo que este último parroquiano, llamado Gambini, había partido raudamente hacia Buenos Aires, después de robar algunas pulperías del puerto montevideano, había matado de un hachazo al joven empleado navarro. De allí, pues, quedó el nombre de "Almacén del hacha" en homenaje al luctuoso suceso de 1794. El dueño del boliche, tiempo después, atravesó el hacha en una de las rejas del lugar para que todos pudieran verla.


"El Hacha" fue, durante gran parte del siglo XX, punto de encuentro de periodistas, boxeadores y poetas... en una de las mesas del boliche, el escritor Tito Cabano escribió la letra de "El boliche" un tango que se haría famoso.


También, en la puerta del local, solía ensayar las murgas "Asaltantes con Patente", "Curtidores de Hongos" o "La milonga Nacional", además de ser punto de enclave del Canario Luna, a no dudarlo, una de las mejores voces del carnaval de Montevideo.


Cerca del 2000 el bar cerró, pero afortunadamente un grupo de gente emprendedora recuperó este baluarte montevideano... Hoy se puede disfrutar de una buena comida, ya que hoy funciona como restaurant, con shows de tango y música ciudadana.


Ahora no está abierto todos los días como cafetería, por eso si están en Montevideo pueden llamar al 9153295 para hacer alguna reserva... aunque, si pasan caminando por el Guruyú, no dejen de detenerse en Buenos Aires y Maciel para contemplar un gran reducto de la identidad montevideana.


De despedida, unos versos del "Milongón pal Guruyú" de Roberto Darwin..


Cae la noche estrellada/ en esta orilla dela ciudad/ sopla un aire caliente/ y en él se siente toda la mar.Allá por el bar El Hacha/ el as de copas quiere brindar/ la penúltimay nos vamos/ porque mañana hay que laburar."



1) Algunos datos extraídos de Boliches Montevideanos. Bares y Cafés en la historia de la ciudad, de Delgado Aparín, Barizzoni y Contrera.